Los ácaros forman parte del grupo más antiguo, diverso y numeroso de animales que ha existido desde que apareció la vida en el planeta, el de los artrópodos. Conviene por lo mismo señalar algunas de las más importantes características de estos animales, antes de entrar al tema concreto de los ácaros.
sábado, 5 de noviembre de 2011
Definición
Los ácaros (Acari o Acarina, del griego ακαρής akarés, "diminuto", "que no se corta") son una subclase de arácnidos, aunque durante mucho tiempo fueron considerados un orden. Existen casi 50.000 especies descritas, y se estima que existen entre 100.000 y 500.000 especies que todavía no han sido halladas.
Habitat
Hay ácaros en medios terrestres y acuáticos, incluso en el medio marino. Son en su mayoría depredadores, pero los hay fitófagos, detritívoros y parásitos; las garrapatas son hematófagas y son vectores de numerosas enfermedades infecciosas.
Caracteristicas
El cuerpo esta divido en dos regiones: el prosoma y el opistosoma. Esta división no es clara y únicamente en unos grupos se aprecia un surco que divide ambas partes.
Gnatosoma
En el Gnatosoma se encuentra el aparato bucal y sus apéndices; en el Propodosoma se encuentran el primer y segundo par de patas y junto con el gnatosoma forman el Proterosama.
Los quelíceros son en si el aparato bucal y tienen diferentes modificaciones de acuerdo al habito alimenticio de la especie. Los pedipalpos cuya parte externa se conoce como palpo, también tienen diversas formas y les sirven como antenas.
Idiosoma
El idiosoma tiene forma de saco, conteniendo en su interior el canal alimentario, los órganos reproductivos y sistema nervioso. La cutícula o piel puede estar esclerotizada, formando placas rodeadas de piel más flexible o permanecer blanda y membranosa. Pueden tener poca pigmentación o colores brillantes como en el caso de algunos ácaros terrestres. Las setas sensoriales se proyectan a menudo desde la superficie del cuerpo y pueden estar presentes ojos simples en la región anterior.
En qué condiciones ambientales de desarrollan?
En general los ácaros precisan para mantener su ciclo vital normal a una humedad relativa del 65-80% y una temperatura de 20-30°C así como un ambiente oscuro. Estas condiciones son idóneas para que se desarrollen los hongos que les sirven de alimento.
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